A medida que el Covid-19 se expande en la región latinoamericana y a falta de datos más confiables, se impone la necesidad de determinar los posibles parámetros que puedan tener cierta constancia y las más probables tendencias, a fin de identificar los impactos de la actual pandemia en el crecimiento económico regional.
Como era de esperarse y sin que ello excluya a los mercados de menor tamaño relativo, el mayor peso lo tienen las economías grandes y medianas de la región, las que contribuyen casi en con un 90 por ciento del producto interno bruto (PIB) regional. Es decir, del total anual en bienes y servicios.
De esa cuenta, se tiene que lo errático del manejo tanto en México como en Brasil, pasará cuenta de cobro en el desempeño económico. Se trata de los mercados grandes de América Latina. López Obrador desde México tratando de revertir hasta donde se pueda, los efectos del manejo de primera fase de la epidemia en donde más que medidas de prevención del virus, se desestimó precisamente, lo que ahora se enfrenta.
Es evidente que la ignorancia y autoritarismo propios del gobierno de Bolsonaro, han contribuido a que ahora el virus afecte rampantemente a este país sudamericano, nada menos que la economía que en cerca de un 44 por ciento es la responsable del PIB regional.
Sin embargo, hasta antes de este cisne negro que ha representado la pandemia, el mayor dinamismo que se tenía en la región provenía de las economías medianas. De ellas, Argentina se mantiene como ya se va haciendo costumbre, en una crisis sin descensos. Las nuevas rondas de negociación de la deuda externa están fijadas para junio de este año.
Antes del ataque del Covid-19, el consumo interno y la demanda de los productos de exportación de Chile, Colombia y Perú mantenían la dinámica de crecimiento de esos tres países. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estimaba, para enero pasado, que el crecimiento de esas economías sería de 3.1 por ciento para Chile, 3.6 por ciento Colombia, y 2.6 por ciento para Perú.
Ante la práctica caída libre que tiene tanto el consumo interno como la colocación de exportaciones de esos países, se espera que las contracciones económicas en esas naciones sean: -2.6 por ciento para Colombia, y -4.5 por ciento -rozando o superando el 5 por ciento de caída de producción- para los casos de Chile y Perú.
Giovanni E. Reyes
Ph.D. University of Pittsburgh/Harvard.
Profesor Titular y Director Académico de Pregrados de Administración de la Universidad del Rosario.
Fuente: portafolio.co