martes, 17 de diciembre de 2019

El desafío de volver al multimodalismo


Desde hace algunos meses, en gremios como la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex) y entidades como el Ministerio de Transporte hay una idea que retumba: volver al transporte multimodal en el país, ‘desempolvar’ las vías férreas que por una u otra razón se dejaron a un lado y retomar el río Magdalena como motor de la movilidad fluvial en el país.

El método articula medios de transporte por aire, mar y tierra para facilitar el movimiento de mercancía por el país y dar un salto en materia comercial.

¿Por qué es importante que Colombia se plantee un cambio en esta índole? Porque hay infraestructura: el país cuenta con 205.937 kilómetros de vías, de acuerdo con el Instituto Nacional de Vías (Invías). Dónde 69 %, es decir, 142.284 kilómetros, son terciarias.

“En Colombia lo que pasó es que cada modo de transporte reemplazó al otro: primero fue el río, luego el ferrocarril y después la carretera”, expresó Ángela María Orozco, ministra de Transporte, durante el congreso Rutas del Desarrollo Sostenible de Findeter.

La funcionaria definió la necesidad del multimodalismo en Colombia a través de una frase: “un país más conectado es un país más incluyente”. Y a ello agregó que “hay muchos estudios que demuestran que donde hay más desarrollo económico acompañado de más ingreso per cápita, es precisamente donde hay mayor conectividad”.

Pero, ¿qué tan avanzado está el país en esta materia? De acuerdo Analdex, en Antioquia, apenas se están dando los primeros pasos. Según ese gremio, en Colombia el 72 % de la carga se mueve por carretera “y no necesariamente se conecta con otros medios de transporte, sino que en su mayoría son movilizaciones entre origen y destino”.

Así mismo. el 25 % de lo que se produce se transporta vía fluvial, el 1,6 % por modo férreo y el 1 % a través de aeronaves, de acuerdo con datos de la entidad.

Pero, no obstante, ya hay un proyecto que busca ser el primero de muchos representativos en materia de multimodalidad: un corredor férreo entre La Dorada (Caldas) y Santa Marta (Magdalena).

¿Es viable?

De acuerdo con Gustavo Gómez, director ejecutivo de Asoexport, aunque en este proyecto se ha logrado tener una tarifa competitiva y contar con una bodega de operación en La Dorada, que se inauguró hace dos meses, aún hay algunos pendientes.

Lo primero es que este ejercicio sea rentable. En este sentido apunta que la tarifa para hacerlo “debe estar por debajo del precio que significa llevarlo en tractocamión”, algo que, por consiguiente, podría “hacer más atractivo” este multimodalismo.

Además, el ejecutivo apunta que es necesario hacer el cierre definitivo del contenedor en el municipio caldense. Con esto se refiere a que las cargas que partan de allí estén listas de una vez para la exportación, sin necesidad de ser inspeccionadas en su llegada a Santa Marta.

“En estos momentos se están realizando adecuaciones en la bodega de La Dorada para establecer condiciones para que haya cierre definitivo del contenedor, aprobado por antinarcóticos y el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA)”, explica Gómez.

Proyecciones

Pero más que una idea o proyección, el multimodalismo está contemplado en los planes del Gobierno de turno. Por ejemplo, el Plan Nacional de Desarrollo (PND) establece que “para la promoción de servicios logísticos especializados, MinTransporte deberá identificar incentivos para el desarrollo de empresas de transporte multimodal”.

Además, hay planes para explotar el potencial del río Magdalena como motor fluvial del país, en donde se plantean dos acciones: una iniciativa de dragado y la estructuración de dos Alianzas Público Privadas (APP), una para el propio Río y otra para el Canal del Dique.

En el primer caso, según la MinTransporte, se busca “adelantar las obras de encauzamiento y dragado que garanticen un canal navegable de mínimo 52 metros de ancho, con 2,1 metros de profundidad y los 12,8 metros en el canal de acceso al puerto de Barranquilla”, y para el segundo “adelantar las obras de recuperación ecológica y de mitigación del riesgo de inundación para las poblaciones que habitan en las riberas del Canal del Dique”.

Y ya hablando sobre los corredores férreos, según la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) hay una red operativa de 1.615 kilómetros (km), mientras que, de acuerdo con el Invías el tramo inactivo es de 1.689 (km). Allí, uno de los grandes proyectos de multimodalismo es la construcción de 30,22 km de red que conecte el Puerto de Buenaventura con el Eje Cafetero.

Pero aunque la brújula nacional le apunta a explotar todos los medios de transporte, parece que el panorama no estará despejado hasta definir temas como la rentabilidad de una medida así para los industriales y garantías para su ejecución a gran escala.

Fuente: elcolombiano.com

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Las fuertes movidas de China en Colombia


Una de las noticias más sonadas de las últimas semanas es la inversión de 3,7 billones de pesos que anunció la minera china Zijin Mining Group para adquirir a Continental Gold. ¿El objetivo?: agregar el proyecto aurífero de Buriticá a su portafolio “uno de los más grandes del mundo”, según Chen Jinghe, presidente de la firma asiática.

Pero si a esto se suma la presencia del consorcio Metro Línea 1 S.A.S que integran China Harbour Engineering Company LTD. y China Communications Construction Company Ltd, encargados de la primera línea del metro de Bogotá , y la de China Harbour Concessions Company S.L. y China Harbour Engineering Company Limited Colombia en la concesión de la Autopista al Mar 2, da pie para hablar de una avanzada del gigante asiático en Colombia.

“Hemos visto una agenda bilateral muy positiva en 2019, fue clave la visita presidencial que se hizo en China. Coincidencialmente se ve que este tipo de viajes dio sus frutos este semestre en la adjudicación del metro y el acuerdo financiero de Mar 2”, dice Jaime Suárez, director ejecutivo de la Cámara Colombo China de Inversión.

¿Posible causa?

Tras la visita del presidente Iván Duque y su comitiva a China, casualmente o no, se han dado movidas como las mencionadas anteriormente o, si se voltea la cancha, la de la admisión del aguacate hass colombiano en el gigante asiático.

“Hubo un acercamiento con varias empresas –chinas– que tienen el interés de financiar proyectos de desarrollo de infraestructura en Colombia. Lo que vimos recientemente sobre la firma que va a hacer el metro de Bogotá es una demostración del interés de los inversionistas de ese territorio en nuestro país, que va a ser creciente”, asegura José Manuel Restrepo, ministro de Comercio, Industria y Turismo.

Por su parte, Flavia Santoro, presidenta de Procolombia, comenta que “en China podemos encontrar socios estratégicos para generar nuevas oportunidades de inversiones en megaproyectos, transporte, infraestructura, energía, agroindustria, industrias 4.0 y economía naranja”.

Sobre esto Suárez ejemplifica que en materia de energías renovables ya está trabajando en parque solares la firma Trina Solar, que viene creciendo en el país, a la que se le suma Didi “que como solución tecnológica y de transporte no ha llegado a toda Latinoamérica pero sí a Colombia, lo cual es muy positivo, pues hay un mayor dinamismo y confianza de China en nuestro país que generará más empleo”.

Si hay que hacer una medición sobre la inversión bilateral, una buena muestra es el comercio exterior entre ambos países, aclarando que en este balance no se halla, por ejemplo, el capital que las compañías chinas destinan a proyectos de infraestructura en Colombia.

En ese sentido, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), entre enero y septiembre de este año las exportaciones de Colombia a ese mercado totalizaron 3.196,3 millones de dólares, mientras que las importaciones desde China alcanzaron 8.081,0 millones de dólares.

Es decir que, pese a que este año parece haberse dinamizado la relación económica, China aún sigue teniendo dominancia en la balanza comercial puesto que su aporte a Colombia viene en sectores más fuertes.

Pero también hay otras causas adicionales, según Santoro: “Colombia se presenta como una locación idónea para los inversionistas chinos, dada la ubicación estratégica del país como plataforma exportadora, al contar con salidas por los océanos Atlántico y Pacífico, lo que beneficia el ingreso a los mercados de Centro y Norte América”.

De parte y parte

Pero a pesar del contraste en la balanza, nuestro país sigue ganando terreno de a poco para consolidarse como exportador a China, principalmente en la industria agro.

En la visita a ese país, dice Restrepo, “hubo un interés por parte de los compradores chinos en productos como banano y en avanzar rápidamente en el proceso del aguacate hass y algo muy importante: una vez Colombia recupere su estatus sanitario existiría la posibilidad de avanzar en la admisibilidad de carne de cerdo y de res”.

Precisamente el próximo año se concretarán las primeras exportaciones de hass a China, según el propio ministro de Agricultura, Andrés Valencia, quien dijo que estaba listo el primer despacho procedente de Antioquia, Risaralda y Valle del Cauca. Este viernes, por ejemplo, las autoridades del territorio oriental estuvieron presentes en Colombia supervisando las empresas productoras y ultimando detalles del cargamento.

Para Suárez, parte del proceso para lograr equilibrar la balanza está en “entender el mercado chino y asesorarse de socios locales porque es una zona que exige unos estándares más altos”.

“Es importante adaptar el producto que se desea enviar y la promoción de este al mercado chino”, agrega el ejecutivo de la cámara binacional, destacando además que “la carne bovina y la porcina tienen potencial para entrar el próximo año a ese mercado”.

Fuente: laopinion.com.co

lunes, 9 de diciembre de 2019

Retroceso del dólar ilusiona con alivio para las compras de Navidad


Tras el par de sacudones de hace dos semanas en el dólar, que llevaron a que el precio de la divisa rompiera en una misma semana su techo histórico y la nueva marca fuera de 3.522 pesos, en la semana anterior la cotización acumuló, un descenso de 89 pesos con respecto a dicho nivel.

Solamente en la jornada del viernes pasado la cotización promedio, que es muy cercana a la tasa representativa del mercado del día siguiente, evidenció un descenso cercano a los 27 pesos y se ubicó en 3.433 pesos, frente al precio oficial de 3.459,97 pesos.

Una situación que claramente puede favorecer a quienes hacen compras en dólares, como tiquetes aéreos o productos importados por internet, debido a que se pagarán casi 90 pesos menos por cada dólar en las compras de este tipo.

En el caso de los productos importados, que se liquidan en pesos en el comercio local, el beneficio depende de los inventarios de cada tienda y de la fecha en que se importó la mercancía.

De acuerdo con la Bolsa de Valores de Colombia, el pasado viernes el dólar abrió a 3.452,6 pesos, su precio mínimo ha sido de 3.422,25 pesos y su máximo ha sido de 3.454,8, para un promedio de 3.433,13 pesos.

Según la firma Credicorp Capital, con la cotización oficial del viernes, de 3.459,97 pesos, la moneda colombiana acumula un fortalecimiento de 1,59 por ciento en lo corrido de la semana, siendo la segunda moneda de mejor desempeño en la región.

“La reciente dinámica del peso ha estado en línea con la de la mayoría de las monedas de las economías emergentes, que han respondido principalmente al optimismo ante una firma de un acuerdo comercial de primera fase entre Estados Unidos y China”, señaló la comisionista.

Fuente: eltiempo.com

jueves, 5 de diciembre de 2019

¿Qué tanto se afectará la economía por las protestas en el país?


Este año la economía colombiana ha sido una de las pocas de la Latinoamérica que reporta un crecimiento del PIB por encima del 3 %. Brasil, Chile, Argentina y México, que años atrás jalonaron la región, no pasan por su mejor momento.

Pese a eso, el país afronta varios problemas como una tasa alta de desempleo (11 % en Cali), inequidad, falta de oportunidades, situaciones que han llevado a varios grupos de la población a salir a las calles en señal de protesta y pidiendo un cambio de rumbo de las políticas económicas y sociales.

Paradójicamente, la zozobra de la protesta ha afectado el comercio (Fenalco dice que las pérdidas superan los $350.000 millones en Colombia); Acodres, que agremia a los restaurantes, habla de pérdidas por $12.400 millones por menores ventas, los hoteleros se quejan por cancelaciones de reservas y eventos y los transportadores por disminución de pasajeros.

Pero ¿qué tan en riesgo está la economía colombiana ante la prolongación de las protestas? Hay varias posiciones al respecto. Felipe Campos, director de Investigaciones de Alianza Valores, cree que por ahora es poco probable que se afecte el crecimiento de la economía, pues considera que lo que ha pasado en estos días no influenciará la dinámica de consumo que traen los hogares.

Cosa distinta sería si las protestas se prolongan por más de un mes. “En ese caso podríamos estar hablando un crecimiento inferior en el cuarto trimestre del 2019 comparado con el tercero, pero no creo que se derrumbe el crecimiento”.

La razón para este argumento, dice el analista, es que para el final del año se prevé un mejor comportamiento de las exportaciones por el aumento de las ventas de hidrocarburos. “Si el consumo llega a desacelerarse, el crecimiento del cuarto trimestre no se enredaría por un efecto positivo de las exportaciones de petróleo”, dijo.

Sin embargo, Lya Sierra, profesora de economía de la Universidad Javeriana Cali, considera que sí hay unos riesgos y que estos dependerán de la duración de las manifestaciones y del nivel de incertidumbre de los hogares y de las empresas porque, según lo que pase, habrá más o menos gastos e inversiones.

“Si las protestas se mantienen de forma prolongada y en todo el territorio nacional, las ventas minoristas se pueden afectar, debido al cierre intermitente o permanente de negocios, lo cual puede llevar a una desaceleración al final año”.

Cabe recordar que en el tercer trimestre de 2019 el comercio fue el segundo renglón que más aportó al repunte de la economía nacional con
5,9 %, de ahí su importancia para el PIB colombiano.

¿Qué otros riesgos hay?

Camilo Andrés Durán, economista de Credicorp Capital, coincidió en que el ejercicio de protesta que se ha vivido en el país sí tendrá un impacto, pero en el corto plazo en las ventas minoristas, sobre todo del mes de noviembre. Y agregó que los posibles riesgos vienen de dos lados:

1. Los resultados del diálogo social, si estos llevan a modificar la política económica y fiscal del país.

2. El futuro de la reforma tributaria. Hay algunos congresistas que radicaron un proyecto para archivar el proyecto y otros quieren posponer la discusión, eso podría tener un impacto sobre la actividad económica, vía reducción en la inversión, dado los recortes en la carga tributaria que otorgó la Ley de Financiamiento y que no se tendrían en 2020 sino se aprueba la nueva reforma”, dijo.

Por ejemplo, recordó que los inversionistas extranjeros tienen este año una reducción en la tasa de retefuente por ganancias del 14 % al 5%. Ese estímulo podría perderse sino se avala la reforma tributaria y con ello la atracción de más inversión.

Asimismo, Carlos Sepúlveda, decano de economía de la Universidad del Rosario, coincidió en que el futuro del crecimiento del país depende del resultado del diálogo político nacional, lo cual puede encausar positivamente o golpear el panorama económico. “Si logramos encauzarlo, fortalecer la confianza y el diálogo social eso sería una cosa, pero si los temas de violencia se agravan y hay parálisis, el panorama es otro”.

Recordó el académico que Colombia ha hecho bien algunas cosas como reducir el nivel de pobreza, consolidar una clase media, “sin embargo hay que entender que la sociedad tiene más exigencias y requiere de nuevos acuerdos, pero no son soluciones sacadas del bolsillo, ni radicalizar posiciones, toca repensar nuevos esquemas para potenciar el modelo económico y esto implica costos y nadie quiere asumirlos, todos tenemos que ceder”.

3. Calificación de Colombia. Sergio Olarte, economista jefe de Scotiabank Colpatria, opina que “si la protesta se alarga, las decisiones de inversión se pueden empezar a aplazar, eso baja la confianza de los industriales, y a la larga sí puede incidir en las notas de las calificadoras”.
Colombia aún conserva el grado de inversión, pero se teme que ese panorama pueda cambiar si las finanzas resultan disminuidas, tras lo que se acuerde con los líderes de las protestas.

La nota de las calificadoras es importante para el país porque indica que tan fuerte son sus finanzas y de ello dependente el apalancamiento crediticio que pueda lograr en el futuro.

4. El alza del dólar. Esta semana la divisa ganó $113 y la moneda tocó cifras históricas ($3522).

Julián Cárdenas, economista de Protección considera que el dólar se ha fortalecido por los buenos resultados económicos de Estados Unidos, pero también por la incertidumbre de lo que generan las manifestaciones en Latinoamérica. “Lo más importante es que las pretensiones y los ajustes que se hagan a ciertas necesidades muy claras en lo social, no vayan a comprometer la estabilidad fiscal a futuro”, dijo.

El riesgo de un dólar alto para la economía es que puede impulsar la inflación. El Banco de la República cree que en el 2020 los precios retornarán al 3 %, sin embargo, esto no parece tan claro y si el costo de los alimentos y bienes y servicios no se controlan se afectaría el poder adquisitivo de los colombianos.

Las pérdidas del paro

Son muchas las pérdidas que reportan los diferentes sectores económicos del país por la continuidad de las manifestaciones sociales en el país. No solo por los daños físicos de los comercios sino por la reducción en las ventas, debido al menor flujo de consumidores en las calles.

El comercio estima que se pierden cerca de $150.00 millones diarios, que es el valor agregado que esta actividad aporta a la economía del país .
Cotelco calcula que por la cancelación de las reservas se han perdido cerca de $2000 millones en Bogotá y unos $200 millones en las regiones.

Asimismo, Asobares, dijo que solo durante el fin de semana de mayor traumatismo, desde que inició la jornada de protestas, hubo un promedio de pérdidas de $64.000 millones en el país.

Los transportadores de Carga, afiliados en Colfecar aseguran que las empresas del sector, en especial de paquetes y correo, han tenido que afrontar retrasos hasta del 35% en sus operaciones de entrega por los cierres de vías.

A nivel micro los taxistas y transportadores informales también han visto reducidos sus ingresos en los últimos días.

Fuente: elpais.com.co