jueves, 29 de agosto de 2019

¿Es posible hacer una logística eficiente en Colombia?


Por Luis Fernando Silva, director de Programa del Instituto Forum.

Para resolver esta pregunta, lo primero es revisar muy brevemente algunos de los indicadores que en gran medida facilitan o dificultan los procesos logísticos y toda la cadena de abastecimiento.

En esta tarea, encontré los siguientes resultados: tal como lo muestra el índice de desempeño logístico (LPI, por sus siglas en inglés) del Banco Mundial, Colombia pasó del puesto 94 al 58 entre el 2016 y el 2018. Esto evidencia que se está realizando un cambio que puede favorecer el desempeño logístico del país; sin embargo, al continuar mi búsqueda de información, hallé que el reto de ser eficientes es aún mayor al que esperaba. Por ejemplo, los tiempos de exportación en Colombia son 43% superiores al promedio de América Latina, según el documento Nueva Visión de la Política Nacional Logística del Departamento Nacional de Planeación (2018).

Siguiendo con los indicadores, los resultados de la Encuesta Nacional Logística 2018 revelan que los costos logísticos de las compañías se concentran en el almacenamiento (46.5%) y el transporte (35.2%). En cuanto a los costos administrativos y el servicio al cliente, estos corresponden al 11.1%, y otros motivos representan el 7,1%; todos estos porcentajes sumados representan el 13,5% del porcentaje de las ventas, una cifra alta en comparación con los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, que solo representa el 8%. Otro dato interesante en los resultados de la encuesta es que en Colombia menos del 10% de las empresas miden sus tiempos de espera o de las operaciones de cargue y descargue.

Nuestra capital, Bogotá, está ranqueada como la segunda con el peor tráfico en el mundo, superada solo por Mumbai (India), según el TomTom Traffic Index 2018. Ante este panorama, la primera conclusión puede ser un poco desalentadora y hasta frustrante; pero, desde el punto de vista de la logística y las operaciones, estos indicadores muestran que aún tenemos un potencial gigantesco para innovar y mejorar los procesos que impactan la cadena de abastecimiento.

Debemos ser conscientes de que los resultados derivados de nuestros procesos logísticos impactarán directamente en el valor agregado de nuestros bienes y servicios, generando una verdadera ventaja competitiva en los mercados y apalancándonos en el uso e implementación de herramientas y software tecnológicos, como almacenes robotizados, transporte autónomo, innovación en la distribución de última milla, big data, software ERP para logística e inteligencia artificial, cada vez más al alcance de nuestras compañías.

Así, nuestro papel dentro de la logística y las operaciones debe consistir en estudiar, promover y liderar la introducción de estos sistemas. Somos llamados a ejercer un rol fundamental en la estrategia de la organización, pues nuestros procesos son la base de la generación de valor agregado y ventaja competitiva. Ello me lleva a concluir que, históricamente, hemos tenido una visión corta, porque encasillamos la logística y las operaciones en cuestiones de costo, dejando de lado su valor estratégico. Para finalizar, y en respuesta a mi cuestionamiento, no solo considero que podemos ser eficientes en la logística y las operaciones, también estoy seguro de que tenemos el valor estratégico para ser realmente competitivos.

Fuente: unisabana.edu.co

martes, 27 de agosto de 2019

¿Para qué han servido 20 años de libertad en el mercado del dólar?


Hace 20 años, Colombia liberó el mercado de divisas. Hoy algunas voces piden dolarizar. ¿Qué pasa?


El 25 de septiembre de 1999, Colombia cerró uno de los capítulos clave de su historia económica moderna: liberó el mercado de divisas, lo que significaba dejar atrás una tradición de controlar el precio del dólar. En estricto sentido, Colombia tuvo durante décadas un esquema muy parecido al que ahora tiene Venezuela: las autoridades determinaban quién podía comprar dólares y a qué precios.

El decreto 444 de 1967 definía tales condiciones. El sistema resultó adecuado para enfrentar los choques externos por cuenta de la dependencia al café. Solo ese sector generaba masivamente divisas para comprar productos del exterior o pagar las deudas adquiridas en los mercados internacionales. Así que, cuando había bonanza cafetera, el país podía comprar lo que quisiera, pero cuando el sector entraba en crisis, el daño se extendía a toda la economía. En 1989 vino la caída del Pacto Cafetero y eso empezó a mostrar que Colombia iba a tener problemas para financiar sus gastos con el mundo.

En 1991 empezó una transición que se inició con la liberalización parcial del mercado del dólar a través del esquema de bandas cambiarias. El Banco Central definía un techo y un piso de precios y cuando la cotización llegaba arriba de la banda, el Banco de la República vendía dólares, y cuando caía al piso, los compraba.

El petróleo trajo mucha prosperidad a Colombia, pero también generó una nueva dependencia.Entonces el petróleo ya había empezado a jugar un rol clave para la economía nacional, gracias a descubrimientos como el de Cusiana.

Con la llegada de la gran crisis económica de 1999, los especuladores hacían de las suyas en el mercado de divisas y habían puesto contra las cuerdas al Emisor. Este tuvo que salir a vender reservas para impedir que el tipo de cambio se desmadrara. En menos de dos meses, el Banco salió de más de US$800 millones de reservas internacionales. Pero los ataques especulativos venían prácticamente desde septiembre de 1997; en ese tiempo, el país gastó unos US$1.700 millones para impedir que el tipo de cambio llegara a niveles estratosféricos.

En una sesión extraordinaria, la junta del Banco de la República, el sábado 25 de septiembre de 1999, decidió eliminar este mecanismo, dejar de gastar reservas en defender artificialmente un nivel de tipo de cambio y liberar definitivamente el mercado del dólar.

La oferta de divisas para una economía es fundamental. La capacidad de un país para comprar servicios o productos y honrar sus deudas externas depende de cuántos ingresos puede generar provenientes de otros países a los que les vende productos o de los que trae capitales por la vía de la inversión y el crédito.

Así que el precio del dólar revela una información clave: cuál es la capacidad de una economía de tomar valor agregado del mundo. Por eso, haber tomado la decisión, hace 20 años, de usar un esquema de libre cambio significa que Colombia llegaba al convencimiento de que tenía cómo enfrentar ese desafío sin necesidad de intervenir el mercado del dólar.

Durante esta ya larga historia, la moneda norteamericana ha pasado por cotizaciones de $1.000 en 1996, de $2.000 en el año 2000, de $3.000 en 2003 y luego en 2015. Ahora, cuando las tensiones internacionales han generado enormes volatilidades, muchos se preguntan si le llegó a Colombia la hora de un dólar a $4.000.

El efecto Lula Da Silva

La primera verdadera prueba del esquema cambiario con libertad total llegó a finales de 2002 y comienzos de 2003, cuando el líder de izquierda Luiz Inácio Lula Da Silva ganó la presidencia de Brasil. En ese momento, los inversionistas previeron una catástrofe por cuenta de las políticas que podría implementar el hasta ese momento dirigente sindical brasilero. Eso hizo que muchos sacaran su dinero de estos mercados, incluido Colombia, lo que llevó el tipo de cambio en el mercado local hasta cerca de $3.000.

Pero el choque fue coyuntural. Apenas se posesionó el nuevo presidente brasileño y se reconcilió con los inversionistas, vino un largo periodo de fortalecimiento de las monedas en toda la región. En Colombia el dólar tocó precios mínimos en ese período. Algunos expertos sostienen que durante esa época Colombia sufrió de enfermedad holandesa, lo que golpeó duramente a todos los sectores.

¿Qué pasó?

Si bien Colombia logró superar su dependencia del café, lo hizo a costa de volverse dependiente de las exportaciones de petróleo, gracias al hallazgo petrolero en Cusiana en 1991. Eso llevó a que el país encontrara la forma de garantizar unos ingresos en dólares considerables durante buena parte de los primeros 15 años de este siglo.


De hecho, en 2007 y 2011 el petróleo llegó a niveles de precio cercanos a US$120 el barril. A eso se le sumó el incremento en la producción. Como resultado, durante los primeros 14 años de este siglo el petróleo representó en promedio ingresos por 4,68% del PIB, y llegó en algunos casos, como en 2011, 2012, 2013 y 2014, a superar los 5 puntos del PIB.

El efecto en el tipo de cambio fue inmediato y, hacia 2007, el precio del dólar ya había bajado a menos de $1.700.

Cuando se presenta esta situación –que una sola industria empuja a la baja el precio de la divisa– sectores exportadores como la manufactura y el agro empiezan a perder terreno. No solo reciben menos pesos por los dólares, sino que los precios de sus productos en dólares suben inmediatamente, lo que les resta competitividad frente a otros países. Eso puede significar la quiebra de muchas empresas.

A eso se le conoce como ‘enfermedad holandesa‘. Por ejemplo, durante esos años se hizo habitual que muchos empresarios del sector textil decidieran producir en otros países, como China, pues allí les resultaba más barato hacerlo. Esa revaluación duró una década, con un breve período excepcional de devaluación abrupta: el originado por la crisis mundial de 2008. A pesar del enorme choque, esa es una historia colombiana de éxito.

Un ajuste ejemplar

También en septiembre, pero de 2008, se desató la más grave crisis financiera mundial de la historia. En Estados Unidos cerraron fábricas y grandes bancos tuvieron que pedir auxilio a las autoridades o inclusive se vieron forzados a cerrar, como el caso de Lehman Brothers, una firma financiera tradicional que al quebrar detonó el inicio de la crisis mundial.

Los países emergentes como Colombia enfrentaron el problema de conseguir suficiente financiación. Por ejemplo, en el caso colombiano, justo cuando empezaba un paquete de obras importantes, muchas concesionarias no tuvieron cómo obtener recursos en el exterior, pues el efecto contagio fue prácticamente inmediato.

Estados Unidos entró en recesión, en Europa muchos países, como España, Italia y Grecia tuvieron crisis fiscales que derivaron en dificultades sociales y políticas. Vale la pena preguntarse por qué razón Colombia no sufrió el mismo impacto, cuando muchos de esos países entraron en recesión.

La respuesta está, en una buena medida, en que el país, gracias a la flotación cambiaria, logró amortiguar el golpe. Esto permitió a su vez que la política monetaria se ajustara con una baja de tasas que les facilitó la vida a los colombianos con créditos más baratos. Se trata realmente de un caso de éxito en la política monetaria. En la crisis anterior, la de 1999, la política cambiaria y monetaria no hizo otra cosa que agudizar el ciclo. Es decir, las medidas adoptadas con la tasa de interés y la tasa de cambio hicieron más profunda la caída de la economía colombiana.

Pero en 2008, para la más grave crisis mundial, el país pudo hacer un plan de ajuste casi perfecto.

La prueba está en que en 2009, cuando todo el mundo andaba en recesión, Colombia logró pasar el año con un crecimiento de 1,2%. El tipo de cambio flexible permitió esa maniobrabilidad.

Algo similar pasó en la reciente crisis originada por los bajos precios del crudo a partir de 2014. Se trató del más grave choque externo que haya sufrido Colombia, pues perdió prácticamente 30% de sus exportaciones y unos $21 billones en ingresos fiscales, cuando el petróleo cayó a mínimos históricos cercanos a US$30 el barril. En ese momento, Colombia también se permitió devaluar, aunque el déficit externo llegó a estar por encima de 6% en una buen parte de 2015. Hoy, muchos están preocupados con la nueva tendencia al alza de la divisa. Algunos, como el economista Steve Hanke, proponen dolarizar la economía.

La experiencia ha demostrado que la flexibilidad cambiaria (que implica que el país puede administrar su política monetaria de manera independiente) es muy útil para enfrentar los duros choques externos.

Un experimento contrario significa echar a la basura las lecciones aprendidas: enfrentar dos choques globales sin entrar en recesión. Ese es un bastión de la cultura colombiana y botarla al trasto de la basura no sería una decisión inteligente.

Fuente: dinero.com

lunes, 26 de agosto de 2019

La ventaja para Colombia por guerra comercial entre EE. UU. y China


Para el Ministerio de Industria y Comercio, los productores colombianos ya están viendo un beneficio en la caída de los precios de las materias primas.

Por ello, el ministro José Manuel Restrepo advirtió a El Tiempo que, si el país desea materializar esta oportunidad, la tarea principal que debe cumplir es aumentar las exportaciones en sectores diferentes al petrolero y minero.

Al respecto, Restrepo resaltó al medio que, a pesar de las críticas de la opinión pública, las visitas del presidente Iván Duque a varios países, entre ellos, China, Reino Unido y Estados Unidos, tienen ese objetivo, a través del fortalecimiento de las relaciones diplomáticas y comerciales.

“Hemos avanzado en diplomacia comercial y sanitaria, especialmente para productos de agroindustria. También, en acuerdos con países alrededor de temas de origen, con el objeto de exportar a otros”, dijo al diario.

“Lo segundo es la profundización de mercados o acuerdos nuevos. Nos pusimos de acuerdo con el Reino Unido y firmamos el acuerdo ‘postbrexit’, que va a ser presentado al Congreso en estos días. Pasó de largo, pero son 600 millones de dólares, de los cuales el 70% son productos agrícolas”, añadió.

Además, el ministro reseñó en su entrevista que la lucha contra el contrabando y la falsificación es otra de las medidas que el Gobierno reforzará para blindar al país de posibles afectaciones por el cruce de aumentos en aranceles entre la potencia norteamericana y la asiática.

Fuente: pulzo.com

jueves, 22 de agosto de 2019

Devaluación amenaza con disparar el costo de vida: Importadores

La devaluación hoy es una triste realidad para muchos, las empresas hacen sus cuentas y el flujo de caja no pinta bien porque quien importa o fabrica con materias primas compradas en el extranjero debe asumir un costo mayor que finalmente debe ser trasladado al consumidor.


Los últimos días han tenido al empresariado con mucho nerviosismo porque desafortunadamente se alinearon los planetas en materia cambiaria para disparar el precio de la divisa, que si bien ayuda a algunos, básicamente a los exportadores de commodities, afecta a muchos que venden producto importado o manufacturas y artículos con componentes comprados en el exterior. El tema asusta porque ya impacta proyecciones, compromisos y dinámica económica, toda vez que los importadores en un número importante ya anuncian frenar las compras para trabajar con inventario, y si se hace necesario, recortarán gastos y costos como empleos y sedes.

Como se dice comúnmente, el palo no está para cucharas, y por ello los importadores siguen haciendo hasta lo imposible para curarse en salud ya que un descuido les puede ocasionar una quiebra o una deuda de magnitudes inimaginables como ya ocurre en otros entornos de la economía. No sobra decir que muchos hicieron compras con dólar de 3.000 pesos y hoy su deuda encareció porque el dólar en promedio cerró a 3.441,40 pesos.

En diálogo con Diariolaeconomia.com, la coordinadora administrativa de la empresa Excess Internacional S.A.S, Johanna Lesmes, aseguró que de manera preocupante, los efectos de la tasa de cambio ya se sienten toda vez que las compras hechas con un dólar a promedio de 3.000 pesos, hoy están encarecidas porque la moneda extranjera, indicativa para las operaciones de comercio, alzó vuelo afectando la rentabilidad y las ventas normales.

Esta empresa, una importadora de calzado de China y Brasil con diez años de oficio en el comercio exterior dijo que el tema es tan difícil que ni siquiera los bancos saben qué va a suceder porque hacen análisis para hacer coberturas cambiarias, forward o cualquier otro tipo de negociaciones que aseguren en algo el valor, pero el tema es tan incierto que ni siquiera el sector financiero del mundo sabe cuál será el derrotero que tome la divisa, escenario de incertidumbre que hace muy complejo hacer compras en dólares para sostener las importaciones en vista que la moneda americana puede dispararse aún más castigando el valor de los productos que generalmente son importados.

Dólar por las nubes

Según la experta en números y administración de factorías, siempre existirá la pregunta de por qué el dólar afecta tanto a Colombia cuando los problemas o las coyunturas están en otros países, pero indicó que ese es el costo de la globalización y de la internacionalización de la economía, fenómeno que hace que los males de un país o una región determinada, los sientan al otro lado del mundo.

“Es bueno tener en cuenta que hay un impacto en las compras actuales o pasadas porque si hago un anticipo del 30 por ciento en una importación, cuando la voy a terminar de pagar dicha obligación que es del 70 por ciento se puede duplicar y un empresario por regla del negocio ya ha vendido a unos valores determinados”, explicó Johanna Lesmes.

Un calzado traído de China por el sistema mayorista puede dejarse en el mercado a un costo de 55.000 pesos más IVA, pero con la coyuntura de devaluación y aplicando el mayor precio del dólar ese calzado podría tener un costo adicional del 40 por ciento en promedio, es decir que esos zapatos quedarían en 72.000 pesos, un salto en valor bastante considerable.

Inflación en crecimiento

Un aspecto que preocupa en el comercio y en los sectores empresariales es que la inflación va por la senda del crecimiento porque los productos que podían adquirirse a un valor cómodo, hoy valen mucho más como es el caso de las materias primas y los productos básicos como canasta familiar pues a Colombia no se le puede olvidar que importa más de catorce millones de toneladas de alimentos al año.

Una situación que igual afecta es la fabricación de calzado y manufacturas de cuero que para el capítulo Colombia llevan componente importado en alto porcentaje, contexto poco grato, porque igual la devaluación le resta competitividad al producto que demanda piezas o materiales para la creación de diseños en cuero.

Hoy, dijo la coordinadora administrativa de Excess Internacional, la guerra comercial entre Estados Unidos y China empezó a pasar factura y un punto que lamentan los empresarios de Colombia y el mundo es que para Estados Unidos fue fácil romper con el libre comercio por defender unas posturas internas que inclusive han generado ruido entre algunos empresarios norteamericanos. Señaló que China no sufre porque prácticamente cuenta con todo, es el abastecedor número uno de materias primas y por ello la tienen clara porque saben que todo el planeta necesita de los chinos y sus productos.

La situación, reconoció Lesmes, le ha ayudado a la industria nacional que gana en mercado, pero indicó que lamentablemente los volúmenes que alcanza una factoría no son los mismos que se pueden importar de Asia o Brasil. Expresó que el mercado ha crecido a unos niveles tan altos que solo con producto nacional es imposible suplir las importaciones de manufactura.

 “En el común de la gente está la convicción que el calzado importado es barato y de mala calidad, pero eso no es así porque de China cuando se trae producto de calidad y manera legal, el costo sube y se hace caro si se tiene en cuenta que son manufacturas que tienen mucha exigencia”, afirmó Johanna Lesmes.

Las coberturas cambiarias

El tema de las coberturas cambiarias no ha resultado tan afortunadas en la importación de calzado y manufacturas porque los bancos tienen muchas lagunas sobre la realidad del dólar y no han podido descifrar el devenir en tasa de cambio. Expuso que ya sucedió que un banco vaticinó que el dólar llegaría a un precio y terminó en otro, por citar un ejemplo la entidad crediticia aseguró que la moneda americana tocaría los 3.400 pesos, pero a los cinco días la divisa estaba en 3.500 pesos.

Dijo que cuando se hace un seguro cambiario o forward, los financistas lo que hacen es proyectar los contextos y ofrecen dinero a un determinado número de meses por un valor específico, pero ha pasado que cuando se va a pagar la deuda, el dólar puede estar más barato, como ya ha pasado y eso representa igualmente pérdidas.

El nerviosismo en las importaciones es visible y previsible porque nadie quiere invertir en medio de la incertidumbre para perder. Un dato no menor es que quien fabrica calzado con material sintético literalmente está en calzas prietas porque esa materia prima no se consigue en Colombia y se hace necesario importarlo como pasa con las suelas, las tapas y los herrajes.

Importaciones de Alemania también sufren

La devaluación hoy es una triste realidad para muchos, las empresas hacen sus cuentas y el flujo de caja no pinta bien porque quien importa o fabrica con materias primas compradas en el extranjero debe asumir un costo mayor que finalmente debe ser trasladado al consumidor.

La empresa Stiebel Eltron, es conocida en el medio colombiano por las importaciones alemanas, por sus ventas claves para el sector de la construcción y por las soluciones que brinda con productos de muy alta calidad. Esta firma que tiene dentro de su portafolio la importación de calentadores tiene la angustia en estado máximo porque las cosas no pintan bien en materia cambiaria y la geopolítica no ayuda.

El Gerente General de Stiebel Eltron, Juan Sebastián Sanabria, anotó en este medio que superar la barrera en el dólar de los 3.400 pesos no estaba en los cálculos de nadie, pero indicó que esa es una realidad del mercado que debe afrontarse con toda la calma del caso pues actuar a las carreras no trae nada bueno.

Explicó que desde el punto de vista de las importaciones cuando el empresario que compra en el extranjero hace el tracing o lo que se conoce como seguimiento o rastreo de las mercancías, con una tasa promedio, traza costos y con ello hace el programa de compras anuales en el exterior, una alta volatilidad conlleva a que esos modelos en la práctica no funcionen obligando a hacer un braiking no anual sino bimensual.

Sobre los seguros dejó claro que después de la devaluación que tuvo el peso en 2015 que se dio en momentos en los que la divisa se encontraba muy estable, los empresarios tomaron mucha más conciencia sobre la importancia de las coberturas o los forwards que empezaron a tener mucho más sentido para los empresarios.

En medio de las dificultades que se experimentan con la divisa, el empresario consideró que no es mucho lo que pueda hacer un gobierno porque se trata de un fenómeno de características y orígenes internacionales que hacen que cualquier maniobra resulte estéril. Anotó que hay coyunturas de política regional que le han costado a Colombia porque precisó que no hay que olvidar que la última gran devaluación de América Latina mostró a Colombia como el país con mayor índice de depreciación.

Al igual que en otros sectores, la devaluación llevará a que el precio de los productos de esta firma nacional se ajusten al alza porque en el mercado nacional casi no hay producción para la gama que maneja la importadora. Los pocos equipos ensamblados en Colombia tienen piezas y componentes importados que igual van a ver afectados los precios que se ofrecen al público.

 Ante semejante panorama el experto consideró urgente tomar medidas de eficiencia empresarial como un adecuado manejo o diseño de la estructura de costos y revertir la utilidad en alguna manera para no padecer con la rotación de inventarios, pero reconoció que con los niveles actuales de la tasa de cambio es imposible que el consumidor final no se vea afectado.

La empresa logró hacer compras con un dólar de 3.200 pesos en promedio y pudo abastecerse hasta garantizar un stock que permite trabajar, empero la empresa está a la espera de que baje la volatilidad para tomar decisiones en el corto plazo, dejando claro que no ha pasado un mes desde que se registró el máximo precio histórico de la divisa y desde que se dio el alza en el dólar. Si en el corto plazo no para la volatilidad, sin duda alguna habrá necesidad de hacer incrementos en los precios si la tasa llega a los 3.500 pesos por decir algo.

Dentro de las decisiones que están por venir en el empresariado a nivel general se pueden citar algunas como interrupción de importaciones, menores volúmenes de compra en el exterior y otras que tienen que ver con la dinámica de las finanzas de una compañía para que sea viable.

Expertos en comercio exterior con los mismos acertijos

Una autoridad para hablar de comercio, de dólar, competitividad, acuerdos comerciales, logística y proyecciones es el presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior, Analdex, Javier Díaz Molina, quien sostuvo que es muy difícil saber a dónde va a parar esa tasa de cambio porque hay muchas variables jugando.

Indicó que normalmente lo que se observaba era una Colombia con una tasa de cambio que respondía más al precio de los commodities como el petróleo y otros. Para el caso puntual del crudo, el mercado sabía que si subía el precio del petróleo, ingresarían más dólares y automáticamente la divisa subía de precio. Al contrario, cuando bajaba el precio del oro negro, el precio del dólar subía y esa era en síntesis la correlación que los empresarios manejaban.

“La respuesta de China al anuncio de aranceles por parte de Estados Unidos llevó a que los chinos dejaran que el yuan, su moneda, se devaluara, y anularon el efecto de los aranceles, el dólar se fortaleció y todas las demás monedas se devaluaron frente al dólar lo que deja ver que están jugando muchas variables”, dijo el señor Díaz Molina.

Hoy, sostuvo, es imposible predecir que va a pasar con la tasa de cambio, ese en su concepto es un reto imposible, pero lo que sí se puede leer es que el dólar se va a mover hacia el alza y va a estar fluctuando entre 3.350 y 3.500 pesos.

Otro elemento que se suma es el de los ciclos económicos que hacen prever que vendrán dificultades, particularmente en Estados Unidos en donde el crecimiento lleva más de diez años creciendo lo que hace prever un desplome dadas las circunstancias de guerra comercial con el agravante que el Presidente Donald Trump, ya mandó su amenaza de aranceles para diciembre. Hay otros aspectos como la medida de la Reserva Federal que bajó su tasa de interés, un indicador que habla de la preocupación que tienen en el país del norte por su economía.

Fuente: diariodelhuila.com

miércoles, 21 de agosto de 2019

Aumento del dólar podría afectar precio en productos de la canasta familiar


El pasado 5 de agosto el precio del dólar llegó a un tope histórico para el país ($3434) y aunque en ese momento algunos analistas resaltaron la importancia de este precio para fortalecer las exportaciones, a algunos les preocupa el aumento en algunos productos de la canasta familiar.

En este caso es lógico que se presente un cambio, pero no de manera inmediata, principalmente en los bienes importados que no tienen un ciclo económico, es decir que no dependen de temporadas como diciembre o mitad de año. Sin embargo para los bienes que son de consumo a corto plazo, como son el turismo, el alza sí representará un cambio inmediato, ya que normalmente no se cuenta con las divisas necesarias para suplir el valor de estos bienes que se deben pagar en dólares debido a que se compran en el exterior.

Según Jahir Gutiérrez Ossa, docente investigador asociado a la Universidad CES, dentro de los productos que más se verán afectados con el alza de la divisa serán los de consumo masivo como son ropa, calzado y alimentos ya que la economía del país tiene una alta tendencia de importación de estos bienes, y pueden presentar un cambio a corto o largo plazo debido a que estos artículos no están supeditados a ciclos, ya que son de consumo frecuente.

“Si bien uno mira que en Colombia la venta de automóviles sigue siendo alta, los alimentos son los que más se resienten porque somos una economía altamente importadora de estos bienes, que reitero si bien son de largo plazo no están supeditados a ciclos porque se supone que hay que alimentarnos todos los días. El impacto se siente porque algunos de estos artículos se compran cada quincena o cada mes, por ser perecederos, entonces son los sectores que más golpea el comportamiento del dólar”, explicó el docente.

Economía importadora

Gutiérrez también reiteró que en el país no se producen muchos de estos bienes de consumo masivo, teniendo en cuenta que la canasta agrícola ha venido perdiendo participación en el la Producto Interno Bruto, pasando de registrar una participación de 26% hace tres décadas a tener hoy un porcentaje de participación de 5%, según el último reporte del DANE.

“En este orden de ideas lo que más se importa en el país son productos industrializados o transformados, es decir nosotros tenemos la perspectiva de que somos un nación con alta capacidad exportadora y que es capaz de cubrir la demanda interna, pero realmente no es así. Importamos bienes primarios que le representa a unos sectores unos recursos de óleo, minería y demás; importamos recursos que son altamente procesados que no se hacen aquí y que obviamente generan una presión sobre los precios de los bienes de la canasta familiar colombiana, lo que implica es que con el salario que tenemos o con los ingresos que recibimos no alcanzamos a cubrir estos precios ya que la canasta está realmente cotizada en dólares”, agregó el investigador.

Precisamente ese vacío que se presenta entre lo que se exporta y lo que se importa lleva a que haya un déficit de casi $5000 o $6000 millones de dólares, en el tema de las relaciones de importaciones y exportaciones. Lo que suma más una presión a los bienes que se compran en el exterior.

Ante este análisis expresa el docente que en este orden de ideas lo mejor sería dolarizar la economía colombiana ya que la canasta familiar esta siendo a ser medida en pesos pero cotizada en dólares.

“Es decir que para una familia de 3 o 4 personas tener una canasta holgada necesitaría, mínimo, $2.000.000 quincenales para cubrir las necesidades básicas”, concluyó el analista.

Comportamiento normal

Sin embargo Gutiérrez Ossa explica que el aumento que ha tenido el dólar en los últimos días es un comportamiento normal de la divisa, la cual es manejada por varios países que la tienen como reserva internacional, con el fin de ser utilizada para pagos y que cuando se presenta una desaceleración de la economía por cuenta del país que domina la moneda, en este caso Estados Unidos se refrendan los pagos, el flujo de divisas lo que incrementa la cotización en los países que pagan a través de estas reservas internacionales.

Fuente: eldiario.com.co

jueves, 15 de agosto de 2019

Estatuto aduanero: 10 cambios con efecto sobre el comercio


Tras la entrada en vigencia del nuevo estatuto aduanero, que reúne las reglas más importantes de temas variados que van desde la logística hasta la digitalización, los efectos sobre el sector externo del país vendrían desde diferentes lados.

De acuerdo con Luisa Fernanda Hernández, gerente de Aduanas y Cambios de BDO en Colombia, temas de estabilidad jurídica, bienes de capital, la modalidad de viajeros y hasta la economía naranja estarán influenciados por la medida.

Por ello, explica que en materia de estabilidad, el documento recupera “la institucionalidad y se cierran las brechas por diferencia de interpretaciones sobre los tiempos, al tener un solo documento vigente en su totalidad”.

A esto, añade que se tienen en cuenta nuevas definiciones como certificación de origen no preferencial, destinatario, inspección previa, mandato aduanero o servicios informáticos electrónicos, y se mitifican las definiciones de palabras como medios irregulares, residente en el exterior, tráfico postal y tributos aduaneros.

De otro lado, las agencias de control, entre otras responsabilidades, “entrarán a responder administrativamente por las faltas aduaneras que llegasen a cometer o cuando incidan en las faltas en que incurran sus mandantes”.

En cuanto a los bienes de capital, Hernández menciona que se disminuye la garantía al 50%, tanto para estos, como para aeronaves, embarcaciones marítimas o fluviales que ingresen temporalmente al país para reparación o acondicionamiento.

En cuanto a otros aspectos, apunta que se amplía el cupo de mercancía para la modalidad de viajeros de 4.000 a 5.000, así como las respectivas declaraciones que tengan que hacer estos.

Y sobre la tan mencionada economía naranja, la gerente de la firma BDO recalca que hay incentivos aduaneros, específicamente para la industria audiovisual, en cuanto a importación de equipos profesionales de cinematografía, obras audiovisuales de cualquier género y películas cinematográficas, siempre y cuando se cuente con el visto bueno del Ministerio de Cultura.

Por otro lado, hay que resaltar que en temas de legalización y rescate de mercancías, “se extiende de 15 a 30 días este proceso en el país, el cual podrá empezar a realizarse con o sin pago de rescate, tanto en temas de sobrantes como de errores u omisiones parciales en la descripción de las mercancías”.

En cuanto a centros de distribución se establece que pueden coexistir con depósitos públicos, siempre y cuando el titular del predio sea el mismo dueño del puerto o aeropuerto.

Así mismo, se estableció que los depósitos públicos pueden almacenar y custodiar mercancía nacional o nacionalizada sin que estas “deban estar separadas dentro del depósito”.

Y ya en último lugar, Hernández hace referencia a la forma en cómo se tasan las sanciones, ya que pasarán de salarios mínimos legales mensuales de ahora a Unidades de Valor Tributario (UVT).

DIGITALIZACIÓN

Cabe destacar que en este tema, una de las novedades sería la ‘digitalización del comercio exterior’, que empezaría con pruebas piloto en Buenaventura.

Esto en el sentido de que, de acuerdo con el Viceministerio de Comercio Exterior, una importación en Colombia por vía marítima se toma en promedio 9,6 días; y una exportación por este medio tarda 6,5 días. En tanto que por vía aérea un despacho puede demorar 1,5 días y una compra en el exterior 10,4 días.

La idea es que con las adecuaciones tecnológicas se pueda establecer en qué lugar se encuentra una carga, cuándo se abren los contenedores y hasta a qué temperatura está siendo albergada, lo que permitiría mayor agilidad y facilitación en los puertos, una de las tareas pendientes en el comercio exterior del país. Todo esto tardaría cerca de dos años y también vendría con temas como escáneres en los puertos.

Fuente: portafolio.co 

miércoles, 14 de agosto de 2019

Mercados mundiales cerraron en rojo


Los mercados mundiales cayeron con fuerza este miércoles debido a que un indicador del mercado de bonos de Estados Unidos apuntaba a un riesgo mayor de recesión y por débiles datos económicos en Alemania y China.

Wall Street cerró con fuertes pérdidas y el Dow Jones cayó un 3,05% por el descenso en la rentabilidad de la deuda pública de EE.UU., que generó una breve inversión en la curva de los bonos del Tesoro a 10 y 2 años, en la que algunos analistas ven una señal de recesión. Según datos provisionales al cierre de las operaciones, el principal indicador de Nueva York recortó 800,56 puntos, hasta 25.479,35 enteros, mientras que el selectivo S&P 500 retrocedió un 2,93% y el índice compuesto del mercado Nasdaq se dejó un 3,02%. 

El sector financiero fue uno de los más perjudicados de la jornada (-3,57%), arrastrado por grandes grupos bancarios como Citigroup (-5,28%), Bank of America (-4,69%), JPMorgan (-4,17%), Goldman Sachs (-4,20 %) o Wells Fargo (-4,33%). 

ACCIONES EUROPEAS EN MÍNIMOS DE SEIS MESES

Las bolsas europeas, por su parte, cayeron a un mínimo de seis meses este miércoles, ya que una inversión en la curva de rendimiento de los bonos gubernamentales de Estados Unidos, tras la publicación de débiles datos de grandes economías como Alemania y China, apuntó a una recesión inminente. 

La economía alemana retrocedió en el segundo trimestre y el crecimiento de la producción industrial china se frenó a un mínimo de más de 17 años en julio, resaltando el impacto de la guerra comercial. Los datos industriales de la zona euro en junio también tuvieron un pobre desempeño. "Muchos inversores pueden mirar la inversión (de los rendimientos) y considerarla una señal de salida", dijo Mike Loewengart, estratega de E*TRADE Financial Corp. 

El índice referencial paneuropeo STOXX 600 cerró con una caída del 1,7%, luego de hundirse a su nivel más bajo desde el 15 de febrero. Las principales plazas perdieron: Londres (-1,42%), Alemania (2,19%), Francia (-2,08%) se desplomaron.

AMÉRICA LATINA NO ESCAPA

A las 3:15 de la tarde hora colombiana, América Latina no escapaba a la turbulencia internacional, la bolsa de Colombia cae 1,90%, la de Argentina baja 1,48%, el mercado de Brasil pierde 3,10%, la de Chile se deja 1,01%, mientras que la México baja 2,28%.

Fuente: portafolio.co

martes, 13 de agosto de 2019

Dólar en $3.400, ¿qué viene para Colombia en el futuro?


Para salir de este paso sin mayores afectaciones el consejo de los expertos para la Banca Central es mantener un mensaje firme acerca de la inflación, ser transparente, es decir, comunicar si se va subir o no las tasas de interés y mantener las expectativas lo más ancladas posible para que no se deba recurrir a esa alza.

Si la economía fuera un cuerpo humano, el comportamiento de la alza del dólar podría compararse con una fiebre, es decir el síntoma de que algo no está funcionando. Colombia ya sufre de ese síntoma cuando la divisa norteamericana alcanzó niveles históricos en los que bordeó los $3.500.

La Tasa Representativa del Mercado (TRM) que es la cantidad de pesos colombianos por un dólar de los Estados Unidos se cotizó en promedio de $3.459,50 siendo la actual guerra comercial entre Estados Unidos y China una de las principales razones de esto.

“Los movimientos de la tasa de cambio no los controlamos nosotros como país, no somos un país grande. Una nación grande, en términos económicos, tiene una dinámica que afecta la economía del mundo, lo que nos deja en una posición de desventaja frente a las dos potencias económicas más grandes del planeta, Estados Unidos y China”, explica el profesor investigador de la Universidad Externado, Federico Corredor.

Para el profesor de la Universidad Javeriana, Jorge Restrepo, el problema del dólar en Colombia no tiene una sola causa, sino que se explica con un conjunto de razones tanto de coyuntura económica como estructurales de nuestro país. “Las razones de coyuntura son la devaluación de la moneda china, que afectó a todas las monedas emergentes (como la colombiana), y también la guerra comercial entre Estados Unidos y China”.

Y las estructurales, según Restrepo, son que “las exportaciones están muy mal, Colombia tiene un déficit de cuenta corriente creciente (en el que el valor de las importaciones es mayor que el de las exportaciones) lo que presiona mucho el mercado cambiario y, además, hay un déficit fiscal alto con un presupuesto desfinanciado que presiona el sector externo”.

Todo este panorama nacional e internacional tiene implicaciones en la economía del país, como lo explica el gerente de Estrategia e Inversiones de Alianza, Felipe Campos, quien señala que el primer efecto va ser el tema de inflación, que actualmente está en 3,79% para el mes de julio.

“La preocupación es la subida del dólar, tendrá un efecto negativo en consumo el próximo año. Y además también está el tema de qué pasa si el dólar termina en $3400 este año, porque entonces subirá la cifra de inflación el 2020, dado que la inflación es un efecto rezagado, y actualmente estamos viviendo el impacto de la subida de hace unos meses”.

Para Alejandro Reyes, economista principal del BBVA Research, la problemática se agudiza, pues, a “Colombia le golpea un poco más duro la subida del dólar que a las otras economías de la región, porque aparte del alto precio, atravesamos indicadores vulnerables como un déficit en cuenta corriente en 4,6% para el primer trimestre del año”.

“El déficit demuestra que estamos en un desbalance muy grande y una discusión del tema fiscal que ha generado dudas”, señaló Reyes.

Con este panorama, Felipe Campos, de Estrategia e Inversiones de Alianza, reitera que, en resumen, el dólar se va mantener fuerte todo este año y va tener un impacto en la inflación del próximo año afectando el consumo del 2020 y 2021. 

Afectados, la coladera del Comercio Exterior

El efecto del dólar fuerte tiene un impacto directo para los importadores y otro para exportadores, explica Campos.

“El tema con las exportaciones es que estos entornos de dólar fuerte vienen acompañados de materias primas débiles, entonces vemos que el precio del petróleo se cae otra vez, el efecto positivo del precio del dólar sobre los exportadores tiende a ser bloqueado por la misma baja en el precio materia prima”.

Campos agrega que aunque el efecto inmediato para los importadores es negativo, el beneficio para los exportadores en el corto plazo es bloqueado por un entorno de debilidad en otros indicadores como la inflación y la baja de precios, sin embargo, “en el largo plazo sí es positivo porque cuando se estabiliza mejora el costo de las materias primas, en el corto plazo no es bueno para nadie”.

Gobierno económico entre la espada y la pared

En caso de que la tendencia del dólar siga al alza, y que se intensifique la guerra comercial entre Estados Unidos y China, Colombia empezará a tener unos problemas de financiación importantes.

“Se harán realidad esos temores del Banco de la República de necesitar una reservas más abultadas, y se podría caer en manos de especuladores de la economía que ataquen la moneda”, dice Alejandro Reyes, del BBVA.

Por parte del Gobierno, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, fue claro en decir que el país tiene una composición “que trata de replicar de la mejor manera nuestras fuentes de ingreso”, sin embargo anunció que de mantenerse esta situación habrá un efecto fiscal adverso.

“Si se mantiene esta situación va tener repercusiones fiscales en el sentido de que tenemos deuda externa, pero parcialmente hay coberturas, en este momento las coberturas son del orden de los $1500 millones de dólares como cobertura natural”.

Los analistas consultados concuerdan en que el Gobierno no tiene muchas herramientas para enfrentar un dólar duro, dado que depende de una coyuntura internacional y Colombia no tiene mayor peso económico en el mundo.

Para Reyes hay una posibilidad de que la economía nacional se afecte de una manera peor y es que el Banco de la República “con una inflación por encima de 4% (hoy está en el 3,79) afecte más, moviendo tasas de interés y esto le llegaría a la economía en un momento sin velocidad en la que cualquier choque puede afectar la recuperación”.

A esa postura se suma Felipe Campos, quien asegura que es posible que el Emisor suba tasas, pero eso sería “el peor escenario posible, porque si la inflación se acelera va a afectar expectativa económica”.

Por otra parte, Campos dice que el Banco Central no tiene muchas herramientas cuando el dólar está a un nivel tan alto y el único campo de acción que tiene de intervención en el mercado cambiario vender dólares.

“Pero finalmente esa estrategia no es tan efectiva, este método es un solo un disparo y se debe usar bien, si el Banco decide hacerlo ahorita va perder porque el dólar está muy fuerte. Los bancos centrales saben que no pueden controlar la dirección del dólar, entonces tratan de intervenir cuando es más fácil que es cuando muestra agotamiento”, dijo Campos, aunque destaca que este no es el momento de proceder así.

Para Alejandro Reyes, la estrategia de vender dólares deja a Colombia en una posición en la que muy probablemente “seamos carne de cañón para los especuladores, pero se podría implementar para reducir la volatilidad”.

Jorge Restrepo afirma que también se debe plantear “exportar más, buscar más mercados afuera, endeudarse menos en divisas, porque es muy probable que estas tensiones continúen, ya que corresponden a factores externos como la política comercial de los Estados Unidos”.

Para salir de este paso sin mayor afectaciones el consejo de los expertos para la Banca Central es mantener un mensaje firme acerca de la inflación, ser transparente, es decir, comunicar si se va subir o no las tasas de interés y mantener las expectativas lo más ancladas posible para que no se deba recurrir a esa alza.

¿Qué futuro se espera?

Aunque es imposible determinar hasta dónde puede subir la TRM, hay pronósticos como el de Felipe Campos quien asegura que para finales de este año el petróleo bajará su precio por debajo de 40 dólares barril. El precio del crudo cerró este viernes en US$52,54.

La conclusión de Campos es que si la guerra comercial se va al extremo, igual que el año pasado, donde cabe recordar que Estados Unidos le impuso 10% de tarifa a los productos chinos, el yuan se devaluó 12% y el peso colombiano 18%, el dólar podría llegar a una nueva cifra histórica en Colombia.

“Si pasa lo mismo del año pasado y no hay acuerdo en la guerra comercial, en el peor escenario el yuan se devalúa para cubrir la tarifa y Colombia se devalúa mínimo lo que se devalúa el yuan, eso significa una TRM llegando a $3.900” para finales de este año. Para el economista principal del BBVA Research “nos tenemos que comer lo amargo de la medicina que es el proceso del choque”. En este sentido, Reyes afirma que los impactos en mercado han sido más notorios que en el pasado.

“Hay un nivel que es el de $3.500, es muy probable que lleguemos rápidamente a eso, ese va ser el primer golpe, se ha hablado de los $3.800 como estrés máximo de la moneda”, coincidiendo en este punto con el gerente de Estrategia e Inversiones de Alianza.

Sin embargo, el economista del BBVA también señala que la divisa podría devolverse a los $3.200 “si se calman las aguas, quizás, pero tomará tiempo sanar las heridas”.

Fuente: elnuevodia.com.co

viernes, 2 de agosto de 2019

Resumen de los acuerdos alcanzados entre Colombia y China tras la visita del presidente Duque


El presidente Iván Duque concluyó el pasado 31 de julio su visita de tres días a China. Entre los resultados más importantes a los que se llegaron en las variadas reuniones, están importantes acuerdos en materia de exportaciones e inversiones al país.

Uno de los principales objetivos con los que llegó Duque al gigante asiático fue abrirle mercado a las exportaciones colombianas. Carne, Café, banano, aguacate Hass, entre otros productos con gran demanda en el mercado chino.

Otras de las aspiraciones del mandatario estaban enfocadas en los nuevos mercados agropecuarios, impulso a la infraestructura, nuevas tecnologías y fortalecimiento de las relaciones entre los dos países.

“Colombia está exportando más de 4.500 millones de dólares a China, pero el 85% es minero-energético. ¿Qué queremos?, duplicar esas exportaciones en los próximos años y hacerlo en distintos frentes”, dijo el Presidente al inicio de su recorrido.

Avances y logros

Al finalizar su visita, Duque consideró este encuentro de naciones como una celebración de las cuatro décadas de relaciones diplomáticas, pero también como una oportunidad para relanzarlas.

Exportaciones

Inicialmente, el Mandatario logró un acuerdo por parte del sector bananero colombiano para vender cuatro millones de cajas de banano, que en valor económico equivale a 40 millones de dólares anuales.

También, se firmó un protocolo con el Gobierno de la República Popular de China para la accesibilidad de aguacate Hass en este país. Colombia enviará a China, este mismo año, seis contenedores, pero la idea es aumentar esas ventas.

Nuevas tecnologías

De igual manera, se oficializó el acuerdo materializado en materia de comercio electrónico, de mejores prácticas, pero también para utilizar plataformas chinas que ofrezcan los productos colombianos.

Lo anterior va junto a un proceso de cooperación en materia de favorecimiento del comercio y de procesos de digitalización y facilitación aduanero.

Duque también celebró el acuerdo que se firmó a partir del cual el Gobierno chino va a aportar tres mil paneles solares para soluciones familiares en el territorio colombiano.

Acuerdo judicial

En materia judicial, se suscribió un Tratado para la Repatriación de Presos, que tendrá curso en el Congreso de la República. Con este, se busca que los condenados colombianos y chinos, puedan pagar las condenas en sus respectivos países.

Inversiones

Otro de los avances es la posibilidad de que haya un vuelo directo entre la República Popular de China y Colombia. Esto con el fin de aumentar la visita de más chinos a Colombia.

Otro de los avances, es que, según Duque, el Banco de Desarrollo de China, financiará con más de 400 millones de dólares, la vía 4G conocida como Mar 2, en Urabá.

Además, se suscribieron acuerdos entre empresas chinas y desarrolladores de proyectos en el país por más de mil millones de dólares, en planes que tienen que ver con la generación de energía, y de conformidad.

“Creo que esta es una visita trascendental y seguiremos nosotros, como Gobierno, trabajando con nuestros empresarios, con nuestros dirigentes gremiales, para que Colombia se posicione aún más en este importante mercado”, concluyó Iván Duque.

Fuente: kienyke.com