miércoles, 30 de enero de 2019

Fraudes en comercio exterior le cuestan demasiado al país

exportaciones
Un estudio de la organización Global Financial Integrity concluyó que Colombia es una de las naciones desde donde más sale dinero de forma ilegal.


Producto de fraudes comunes en las operaciones de comercio exterior, en la compra y venta de mercancías, Colombia ha dejado de percibir cuantiosos ingresos de divisas del orden de los US$7.000 millones anuales.

El dato corresponde al 2015 y es producto de una revisión de las transacciones bilaterales de comercio, que incluyó a un total de 148 países, llevada a cabo con el fin de evaluar los beneficios del comercio sobre los países menos desarrollados, como resultado de su intercambio con las economías más avanzadas.



Para el efecto, la organización no gubernamental Global Financial Integrity, con sede en Washington, evaluó los flujos comerciales de los últimos 20 años, sobre las bases estadísticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y las Naciones Unidas, infiriendo los volúmenes de dinero que entraron y salieron ilegalmente, en cada país.


Técnicamente se trata de identificar los denominados flujos financieros ilícitos (IFF), resultado de la tergiversación deliberada del calor de las importaciones o exportaciones para evadir los impuestos aduaneros, el IVA, ocultar dineros de transacciones comerciales legítimas o lavar dineros producto de actividades delictivas.

Dentro de ese contexto, en el caso de Colombia se cuantificó una salida ilegal de dinero por un monto de US$7.400 millones, y un ingreso ilegal por la suma de US$2.900 millones, según los datos del 2015.

Los ejecutores del informe señalaron que dichas cifras pueden ser mucho mayores, pues en la investigación no se incluyó el comercio de servicios, donde las prácticas de mala contabilidad también son comunes.

  
En lo que corresponde en la salida ilegal de divisas, Colombia figura entre los países que registran los mayores montos, detrás de México (US$42.900 millones), Malasia (US$22.900 millones), Brasil (US$12.200 millones) y Vietnam (US$9.100 millones). Luego se ubican Hungría (US$7.600 millones), Sudáfrica (US$5.900 millones) y Chile (US$4.100 millones), según la base de datos del FMI. 

Para el caso del ingreso ilegal de divisas, Colombia aparece detrás de Vietnam (US$22.500 millones), Tailandia (US$20.900 millones), Indonesia (US$15.400 millones), Rumania (US$6.800 millones), y Argentina (US$4.800 millones). 

Según el informe, el promedio mundial de las operaciones fraudulentas es del 18%, en relación con el total del comercio de mercancías, según la metodología de las Naciones Unidas, pero en algunos casos esa porción es mucho más alta en países como Sierra Leona, Georgia, Etiopía, Las Bahamas y Camerún. El nivel de fraude se contabiliza para Colombia en un 12%.

PRÁCTICAS FRAUDULENTAS

La manipulación de precios, cantidades y calidades, en los documentos de aduana –donde concurren comerciantes y funcionarios corruptos– es una de las prácticas más frecuentes para transferir dineros a través de las fronteras, señala el informe. 

De igual forma se conoce de los pactos entre socios comerciales para realizar transferencias de dineros a través de un tercer país, método conocido como re-facturación, o de pagos en efectivo, facturas falsas o triangulación de desembolsos, que son más difíciles de detectar.

POSIBLES CONTROLES

Los autores enuncian una serie de políticas y herramientas que podrían ayudar a neutralizar dichos fenómenos, como la divulgación de registros donde se hagan públicos los nombres de los directos beneficiarios en las diferentes transacciones comerciales, tanto por parte de las entidades oficiales que intervienen en los trámites como por los intermediarios financieros, a través de los cuales se concretan los pagos. También sugieren obligar a las multinacionales a publicar en cada país sus ingresos, utilidades, pérdidas, monto de ventas e impuestos pagados, a fin de que las autoridades fiscales puedan hacer cruces de información con los países que son socios comerciales. Y, asimismo, colocar un ojo especial a todas aquellas operaciones que tengan que ver con los denominados paraísos fiscales.

Fuente: portafolio.co