El peso colombiano ha llegado a su punto más alto de devaluación con respecto al dólar. En la jornada del miércoles pasado la divisa, según datos de la Superintendencia Financiera, alcanzó a negociarse a 3.524 pesos. Tal fue el crecimiento que la Tasa Representativa del Mercado (TRM) abrió por primera vez arriba de los 3.500: llegó a los 3.502 pesos.
El fenómeno esta vez, según analistas consultados por EL COLOMBIANO, responde a temas coyunturales, que de encontrar una pronta definición ayudaría a que la divisa norteamericana vuelva al terreno de 3.300 ó 3.400 pesos.
El paro nacional que completa diez días es la principal razón de que exista menos confianza de inversionistas internacionales por traer dólares. Pero, además, la no definición de la propuesta de Ley de Crecimiento Económico (reforma tributaria), que busca recaudar 7,1 billones de pesos, aumenta la desconfianza.
“Es un fenómeno que se viene presentando a lo largo de la región. Pasó en Argentina, pasó en Chile y ahora nos toca a nosotros. Es normal que en momentos tan convulsionados los mercados se agiten, las inversiones se piensen mejor y las monedas de las economías más blandas se vean afectadas”, explicó Ramón Javier Mesa, profesor de economía en la Universidad de Antioquia.
Y es que si se revisan los datos regionales, la devaluación del peso colombiano (sin contar a Venezuela y Argentina) es la segunda más grande del último mes. El valor frente al dólar ha decrecido 4 %, sólo superada por la situación en Chile, dónde ha caído 6 %.
Dijo Mesa que es necesario empezar a enviar mensajes de tranquilidad a los mercados, en la medida en que se logren acuerdos con los manifestantes y tanto el comercio como el turismo se normalicen, aumentará la circulación de dólares, ya sea por las divisas que traen los turistas o por las inyecciones de capital para el desarrollo de infraestructura.
Beneficios y daños
Raúl Ávila, profesor experto en economía de la Universidad Nacional, recordó que un alza de este tipo si bien puede traer consecuencias negativas, también ayudaría a otros sectores de la economía.
De mantenerse la tendencia al alza, productos que no suelen tener fabricación nacional como algunos medicamentos o artículos de aseo podrían valer más de lo normal.
En ese caso, dijo Ávila, los artículos de producción nacional, o la compra en puntos de descuento de grandes plataformas puede ser una opción de ahorro.
Algunos alimentos que tampoco tienen elaboración nacional como el maíz y la soya también pueden ver afectado su precio final en caso de que el dólar se siga negociando por encima de 3.500 pesos.
“Y la tendencia pareciera mantenerse. Esos niveles transaccionales podrían mantenerse un buen tiempo. Ayer a pesar de que fue festivo en Estados Unidos, el dólar cerró en 3.515 pesos”.
De ahí que la principal recomendación también sea que si se piensan hacer gastos en dólares por la compra de paquetes vacacionales se espere un poco, “pues una vez se lleguen a consensos el ideal es que la pérdida de valor del peso se detenga”, dijo Ávila.
También puede que en el próximo extracto de la tarjeta de crédito se vea un aumento en el pago en dólares de servicios como los viajes en plataformas como Uber.
De otro lado, hay que tener en cuenta que por monto, las ventas de los exportadores pueden verse afectadas positivamente, así como los recursos que llegan a la nación por las operaciones de Ecopetrol.
El cálculo del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, está en que por cada 100 pesos que se devalúa la moneda local (respecto a la de los supuestos) se generarían hasta 1,06 billones de pesos adicionales para el Presupuesto General de la Nación de 2020.
Fuente: elcolombiano.com