Tras los ataques ocurridos el pasado fin de semana en la mayor refinería de hidrocarburos de Arabia Saudita, principal productor de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), los precios del barril de crudo se dispararon.
Así, el barril de Brent –referencia de la que depende el valor del petróleo colombiano- aumentó el pasado lunes un 10,68 % hasta alcanzar los USD 66,43, es decir, su precio más alto en casi diez semanas.
Ante este panorama, la pregunta que muchos se hacen es “¿de qué manera la situación de Arabia Saudita afecta a Colombia, cuyas exportaciones dependen, en gran medida, del crudo?”.
A grandes rasgos, la subida de los precios internacionales del petróleo implica unos mayores ingresos para los países exportadores de este hidrocarburo, entre los que se encuentra Colombia.
De hecho, según cálculos realizados por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, por cada dólar que aumenta el petróleo, el país recibe cerca de $ 500.000 millones adicionales.
Sin embargo, esta no es una situación por la que Colombia deba desbordarse en optimismo. En primer lugar, hay que tener en cuenta que se trata de un escenario coyuntural, de manera que, en cuanto Arabia Saudita reanude su producción –y si no hay ninguna retaliación por parte de este país o de EE. UU., que incremente la tensión en la región–, la normalización de la oferta llevará los precios a niveles cercanos a los que se tenían antes del ataque.
Además, en línea con esto, no hay que olvidar que Estados Unidos cuenta con más de 645 millones de barriles de reserva que podría usar en casos de emergencia con el objetivo de abastecer el mercado petrolero a nivel mundial, lo cual sirve de amortiguador frente a este inesperado choque de oferta.
En ese aspecto, el secretario estadounidense de Energía, Rick Perry, dijo este martes en Viena que el presidente Donald Trump le manifestó que, si es necesario, libere petróleo de la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR, por sus siglas en inglés) para compensar posibles interrupciones (de suministro). Sin embargo, considera que, de acuerdo con los datos de abastecimiento, confía en que el mercado permanezca bien abastecido.
Por otra parte, si la situación del país árabe se prolonga, podrían generarse efectos inflacionarios sobre la economía nacional, debido a que el incremento del precio del petróleo implicaría una subida en el combustible, cuya repercusión se percibiría en los costos de los principales productos que dependen de este. Es decir, mientras a largo plazo un mayor precio del petróleo le cuadra las cifras al Gobierno, los hogares e industrias locales verían erosionados sus ingresos y presupuestos.
Fuente:lanotaeconomica.com.co